Para saber que rol cumplen los mastocitos o células cebadas en la inflamación, es preciso conocer primero que son los mastocitos.
Son granulocitos residentes en diferentes tipos de tejidos, preferiblemente en las zonas fronterizas con el medio externo como debajo de epitelios como la piel, mucosa gástrica y respiratoria, así como también debajo de serosas, nervios y vasos. Su origen se encuentra en la médula ósea, de una célula en común con los basófilos, que explica que ambos sean granulocitos, con las histamina y heparina, pero con la diferencia que los basófilos salen maduros de la médula, mientras que los mastocitos maduran al llegar a su tejido, y de acuerdo al tejido (y los factores de crecimiento que libere), van a adquirir diferentes características al madurar.
En sus gránulos además de contener histamina y heparina, contienen serotonina y proteasas como las triptasas y quimasas. Las triptasas producen un aumento de la permeabilidad vascular y la degradación de las proteínas de la matriz extracelular para facilitar la migración celular a través de los tejidos. Las quimasas a su vez, atraen linfocitos, neutrófilos y eosinófilos, degradan la fibronectina y activan a las metaloproteasas o proteasas de la matríz, para degradar al colágeno.
Los mastocitos presentan una gran cantidad de receptores que les permiten reaccionar a diferentes estímulos de manera específica e inespecífica:
- Específica: Al unirse un antígeno al sitio variable de la Ig E, la porción variable se une al receptor FceRI.
- Inespecífica: El mastocito reconoce componentes bacterianos, ionóforos de calcio o neuropéptidos, entre otros.
La respuesta del mastocito será "inmediata" o de "fase tardía".
- Inmediata: Se liberan en minutos el contenido de sus gránulos.
- Respuesta de fase tardía: Se produce la síntesis de novo de prostaglandinas y leucotrienos, así como también varias IL (3,4, 5, 6, 8, 10, 13) y TNFalfa.
De todo lo expuesto, se ve que los mastocitos tienen un papel muy importante en la inflamación, atrayendo células y facilitándoles el camino mediante la degradación de proteínas y produciendo la vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular y expresión de moléculas de adhesión mediante las sustancias encontradas en sus gránulos, así como también en la regeneración de tejidos por su interacción con fibroblastos y en la angiogénesis, aunque también intervienen en enfermedades como la mastocitosis, el asma, alergias y shock anafiláctico, artritis reumatoide y esclerosis múltiple.
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